Los padres eran demasiado viejos, los niños demasiado jóvenes.
Dice: “Mi hermana pequeña era muy guapa. No podéis imaginar lo guapa que era.
No debieron de mirarla.
Si la hubieran mirado, no la habrían matado.
No habrían podido”.
Título: Ninguno de nosotros volverá
Editorial: Libros del Asteroide, Barcelona, 2020, (p. 48)