Palabras cristianas

Los cristianos no debemos tener miedo de nada. No tenemos nada que pedir ni nada que imponer, sino que debemos testimoniar que la vida tiene un sentido, que es inmensa, que se abre sobre la eternidad. Porque Dios existe, Dios existe, y este Desconocido es nuestro amigo. 

El corazón del problema del hombre es que el hombre se construye o se destruye en la aceptación o el rechazo de lo espiritual.

Conviene prescindir de la noción jurídica o moralista de mérito. El santo es un pecador consciente de su pecado, cada vez más consciente de ser “el primero de los pecadores”, y por ello mismo transparente a la santidad del “único santo”, Cristo nuestro Salvador.

El monacato del siglo IV apareció para recordar, en el momento en el que se organizaba el imperio cristiano, que el sentido último del cristianismo no es solucionar los problemas de esta tierra, sino la violencia que se apodera del Reino de los cielos. 

Hacerse oración es el destino del hombre, como volar es el del pájaro. Y el hombre hecho oración, aunque sea un perfecto desconocido, ignorado por todos, y esté recluido en lo profundo de una cueva, restablece la unidad de lo divino y de lo humano, y permite al agua viva del Espíritu irrigar secretamente el universo y todas las obras de los hombres. 

El amor no puede cambiar la vida si no está sostenido y alimentado por una intercesión silenciosa.



Autor: Olivier CLÉMENT
Título: Dialogues avec le Patriarche Athénagoras
Editorial: Fayard, Paris, 1976 (pp. 17, 23, 59, 61, 65)






II Domingo de Pascua

28 de abril de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • Crecía el número de los creyentes, una multitud tanto de hombres como de mujeres, que se adherían al Señor (Hch 5, 12-16)
  • Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia (Sal 117)
  • Estuve muerto, pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos (Ap 1, 9-11a. 12-13. 17-19)
  • A los ocho días llegó Jesús (Jn 20, 19-31)
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El cuerpo

Los griegos entendieron que en el cuerpo había un misterio y por eso lo usaron como objeto preferido de arte, sobre todo en la escultura. Pero, a la vez, consideraron solo el cuerpo sano, hermoso, lleno de vida. ¿Qué lugar había en su concepción para el cuerpo sufriente, el de los esclavos, el de los enfermos? Pienso que realizaron una especie de abstracción del cuerpo sin comprender todas las experiencias y dimensiones de este, especialmente el dolor y la fragilidad.

La tendencia actual del “culto al cuerpo” bebe directamente de esta fuente, pero en modo exponencialmente exagerado. Olvidamos fácilmente que el cuerpo, albergando un impulso hacia lo divino, está llamado a expresarse más allá de sí mismo. Esta equivocación se funda en las ideologías antihumanistas del siglo XX. En la Congregación para la Doctrina de la Fe que presido tenemos numerosos documentos, algunos de ellos expuestos en modo permanente en nuestro Archivo, que testimonian que en la concepción del cuerpo del fascismo y el nacionalsocialismo se escondían el ‘biologismo’ y el racismo. En el comunismo, una expresión más del totalitarismo, sucedía también algo parecido: todas estas ideologías formaban a los niños y a la juventud focalizándolos en un cuerpo sano pues, en realidad, les interesaba contar con soldados resistentes que impusieran la locura de las ideas políticas elaboradas en el laboratorio del poder y con madres que engendraran nuevos soldados. Quisiera subrayar también que estas tres ideologías son fruto de una modernidad construida de espaldas a Dios, en la cual nosotros nos movemos. Por ello, no nos debe sorprender que en la actual lógica fragmentaria de la propaganda y de los mass media que sustentan el mercado, el cuerpo sea considerado como un simple objeto de comercio y de consumo.

Para entender bien el cuerpo, hace falta reconocer a Dios como creador y al hombre como criatura. Fijémonos en el arte cristiano: la representación del cuerpo de Adán y Eva es el modelo de todo lo que Dios ha creado, son cuerpos bellos porque son buenos, pues expresan que lo que ha hecho Dios es bueno, que nosotros procedemos de Él y que Él nos ha formado buenos. Pero a la vez, el cristianismo no olvida el sufrimiento y el dolor: entre las imágenes más características del arte cristiano, también encontramos al crucificado, lleno de heridas y deformado o al enfermo, en la primera representación del cuerpo lacerado por el dolor en algunos sarcófagos romanos que representan los milagros de Jesús. En estas primitivas figuraciones del arte cristiano, el dolor del cuerpo revela un camino para reconocer el amor redentor de Dios. La tercera figuración característica de aquel primer cristianismo es la del cuerpo resucitado, lleno de la gloria y del amor de Dios: su mensaje es que Dios no desprecia el cuerpo, sino que lo colma plenamente de vida, vinculando la esperanza del hombre a su dimensión corporal. Representando a Cristo resucitado se representaba el futuro y el fin del hombre.

Vigilia PascuaL

20 de abril de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno (Gén 1, 1 - 2, 2)
  • Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra (Sal 103)
  • El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe (Gén 22, 1-18)
  • Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti (Sal 15)
  • Los hijos de Israel entraron en medio del mar, por lo seco (Éx 14, 15- 15, 1a)
  • Cantaré al Señor, gloriosa es su victoria (Éx 15, 1-18)
  • Con amor eterno te quiere el Señor, tu libertador (Is 54, 5-14)
  • Te ensalzaré, Señor, porque me has librado (Sal 29)
  • Venid a mí y viviréis. Sellaré con vosotros una alianza perpetua (Is 55, 1-11)
  • Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación (Is 12, 2-6)
  • Camina al resplandor del Señor (Bar 3, 9-15. 32 - 4,4)
  • Señor, tú tienes palabras de vida eterna (Sal 18)
  • Derramaré sobre vosotros un agua pura, y os daré un corazón nuevo (Ez 36, 16-17a. 18-28)
  • Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío (Sal 41)
  • Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más (Rom 6, 3-11)
  • Aleluya, aleluya, aleluya (Sal 117)
  • ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? (Lc 24, 1-12)
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Viernes Santo

19 de abril de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • Él fue traspasado por nuestras rebeliones (Is 52, 13 - 53, 12)
  • Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu (Sal 30)
  • Aprendió a obedecer; y se convirtió, para todos los que lo obedecen, en autor de salvación (Heb 4, 14-16; 5, 7-9)
  • Pasión de nuestro Señor Jesucristo (Jn 18, 1 - 19, 42)
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Jueves Santo

18 de abril de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • Prescripciones sobre la cena pascual (Éx 12, 1-8. 11-14)
  • El cáliz de la bendición es comunión de la sangre de Cristo (Sal 115)
  • Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor (1 Cor 11, 23-26)
  • Los amó hasta el extremo (Jn 13, 1-15)
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Disponible al Señor


Señor,
iré donde tú quieras que vaya,
haré lo que tú quieras que haga,
diré lo que tú quieras que diga,
y entregaré lo que tú quieras que entregue.

Domingo de Ramos

14 de abril de 2019
(Ciclo C - Año impar)







Procesión:
Misa:
  • No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado (Is 50, 4-7)
  • Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
  • Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo (Flp 2, 6-11)
  • Pasión de nuestro Señor Jesucristo (Lc 22, 14-23, 56)
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Conversación con Georges Steiner (I)

Sufrimiento y límites

Laure Adler Hay algo, señor Steiner, que evoca su amigo Alexis Philonenko en los Cahiers de l’Herne: ese brazo, esa deformidad, ese defecto físico; se refiere a ello diciendo que tal vez le haya hecho sufrir en la vida. Y a pesar de todo usted nunca habla de ello.

Georges Steiner Obviamente me resulta muy difícil tener un juicio objetivo al respecto. La clave en mi vida fue el genio de mi madre, una gran dama vienesa. Era multilingüe, claro, y hablaba francés, húngaro, italiano e inglés; era sumamente orgullosa en su fuero interno, pero no lo manifestaba; y tenía una increíble confianza en sí misma.

Yo tendría tres o cuatro años; no estoy seguro de la fecha precisa, pero fue un episodio decisivo en mi vida. Mis primeros años fueron muy difíciles porque mi brazo estaba prácticamente pegado a mi cuerpo; los tratamientos eran muy dolorosos, iba de un sanatorio a otro. Y ella me dijo: “¡Tienes una suerte increíble! Te librarás del servicio militar”. Esa conversación cambió mi vida. “¡Qué suerte tienes!”. Era extraordinario que se le hubiera ocurrido algo así. Y era verdad. Pude empezar mis estudios superiores dos o tres años antes que mis coetáneos, que estaban haciendo el servicio militar.

También eso fue, me parece, lo que me ha permitido comprender ciertos estados, ciertas angustias de los enfermos que no alcanzan a concebir los apolos, los que tienen la suerte de tener un cuerpo magnífico y una salud estupenda. ¿Cuál es la relación entre el sufrimiento físico y mental y ciertos esfuerzos intelectuales? No cabe duda de que todavía no la comprendemos del todo. No debemos olvidar que Beethoven era sordo, Nietzsche tenía migrañas terribles y Sócrates era feísimo. Es muy interesante tratar de descubrir en los demás lo que han podido superar. Cuando estoy cara a cara con alguien siempre me pregunto: ¿qué vivencias ha tenido esa persona? ¿Cuál ha sido su victoria o su gran derrota?

La lectura

La lectura requiere ciertas condiciones bastante especiales. La gente no suele darse cuenta. Para empezar, presupone mucho silencio. El silencio se ha convertido en lo más caro y lujoso del mundo. En nuestras ciudades (que en la actualidad funcionan veinticuatro horas al día: Nueva York, Chicago o Londres viven tanto de día como de noche), el silencio cuesta más que el oro.

V Domingo de Cuaresma

7 de abril de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • Mirad que realizo algo nuevo; daré de beber a mi pueblo (Is 43, 16-21)
  • El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres (Sal 125)
  • Por Cristo lo perdí todo, muriendo su misma muerte (Flp 3, 8-14)
  • El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra (Jn 8, 1-11)
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La propia debilidad

Feliz el hombre que conoce su debilidad: este conocimiento será para él fundamento y principio para todas las cosas buenas y bellas.

El hombre que ha llegado al conocimiento de su propia debilidad ha llegado al fondo de la humildad.

Si recuerdas siempre y conoces con exactitud que eres débil, no sobrepasarás nunca la línea fronteriza de la vigilancia.

Isaac de Nínive (Siglo VII)