Cristo y las mujeres

“Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes” (Lc 8, 1-3).

Jesús va a inaugurar una nueva era en la historia de la salvación en la que va a revelar el misterio de la mujer. Jesús había dicho a su madre: “¿Qué hay entre tú y yo, mujer?” (Jn 2, 4). Entre el hombre y la mujer había habido la serpiente, el misterio del mal. ¿Qué hay ahora entre el nuevo Adán y la nueva Eva? La paloma, el Espíritu Santo, el amor loco de Dios por la humanidad que ha iniciado la nueva creación en el seno de una pequeña virgen.

Paradójicamente ha sido el monacato quien mejor ha comprendido la complementariedad, en el seno del Cuerpo de Cristo, del hombre y de la mujer. Y así todas las órdenes monásticas suelen tener dos ramas, la masculina y la femenina. En la institución monástica se continúa el eco de la cuestión que planteó Jesús a su Madre en las bodas de Caná: “¿Qué hay entre tú y yo, mujer?”. Lo que había entre Jesús y María es inexpresable, es el misterio del agua, del vino, de la sangre y del fuego, misterio de fecundidad espiritual que iba a engendrar millones y millones de almas para el Reino de los cielos.

XVII Domingo del Tiempo Ordinario

28 de julio de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • No se enfade mi Señor si sigo hablando (Gén 18, 20-32)
  • Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor (Sal 137)
  • Os vivificó con él, perdonándoos todos los pecados (Col 2, 12-14)
  • Pedid y se os dará (Lc 11, 1-13)
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La salvación según Satán

El demonio, en Mateo, oculta su juego hasta la última tentación en la que abandona ese giro y sin más ocultaciones deja caer: Todo esto te daré si postrándote me adoras (Mt 4, 9). Este último condicional desvela el verdadero sentido de los condicionales precedentes. El Si eres Hijo de Dios disfrazaba un Si quieres adorar al diablo.

Pero lo esencial es otra cosa y Dostoievski se da cuenta. Tras la mentira se esconde un auténtico proyecto. El Si eres Hijo de Dios aspira a abrir camino a otro mesianismo. Las tres tentaciones conspiran para proponer una Salvación de sustitución. Sin duda tienen por meta obstaculizar el Camino, pero lo hacen trazando la senda de una felicidad estrictamente terrestre: el pan, la paz, la tierra –no conocer más el hambre, no experimentar más la inquietud de conciencia, conquistar el mundo y sus prestigios, eso es lo que debe ofrecer el verdadero mesías a los ojos del infierno. Se trata de fabricar la sociedad perfecta donde el pan, la paz y la tierra ofrezcan al hombre una felicidad de animal saciado.

-Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan… ¿No predica la Iglesia la “opción preferencial por los pobres”? ¿No tiene que penetrar en su oído y hasta en su alma el grito de los hambrientos? ¡Que se organice el clero para enviar sacos de arroz y de trigo a todas las naciones! ¡Poco importa que la hostia sea consagrada con tal de que sea sustanciosa! ¡Que se convierta en un verdadero bocadillo que llene el estómago! ¿No era la Cena una comida donde se servía cordero de verdad de carne y hueso? ¡Adiós pues a la transustanciación! ¡Que el obispo cambie la mitra por el gorro de cocinero! ¡Un frigorífico lleno en lugar del sagrario! ¿No es un escándalo ofrecerle piedras al hambriento aunque fueren las Tablas de la Ley o vuestro Pedro sobre el que se edifica la Iglesia, en vez de darle una buena hogaza comestible?

-Ese escándalo es el de Judas cuando la unción en Betania (Jn 12, 5): ¿Por qué no se ha vendido ese perfume por trescientos denarios y se ha dado a los pobres? ¿Por qué no vender incluso a la Palabra por sólo treinta denarios? Por lo demás, ¿esa primacía del pan no formaba parte de la política de los emperadores, junto con los juegos, para debilitar toda oposición? Si la Iglesia sólo se ocupara del pan se identificaría con el poder temporal, competiría con el estado. Y además, sustituyendo con el pan el sentido y la libertad, el hombre podría ser tratado como un animal. Se le forzaría a trabajar para producir más carne. Se le prohibiría todo shabbat donde encontrar recogimiento. ¿Para qué celebrar la palabra, si se trata de vivir al nivel del pesebre?... Pero el verdadero pesebre es el de Navidad. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.


El éxito como estrategia


El Reino de Dios se anuncia en la pobreza, amando al prójimo en la proximidad, abriendo nuestras manos hacia él, corriendo el riesgo de un abrazo donde el prójimo puede abrirse o estrangularnos. Un abrazo, no una llave de judo. Satán intenta proponernos esa llave de judo ofreciéndonos la eficacia. Yo soy el Príncipe de este mundo, dice Satán, y soy máster en marketing, doctor en propaganda, experto internacional en mensajes subliminales y en fascinación publicitaria. ¡Mira cómo consigo que ese pobre diablo compre un coche por encima de sus posibilidades como si fuera el carro de Elías! ¡Admírate de cómo puedo hacer que elijan al político más mediocre con la sola mediación de la maravilla mediática! Te daré todos los reinos del mundo con su gloria si, postrándote, me adoras… ¡Haremos una Operación Triunfo del canto gregoriano. Organizaremos un Gran Hermano del sacerdocio. Todos los telediarios de las nueve, todos los prime-times, todos los sitios de Google estarán al servicio de tu Iglesia y tendrán un atractivo que envidiarán las cadenas pornográficas y las mejores series americanas! 




XVI Domingo del Tiempo Ordinario

21 de julio de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • Señor, no pases de largo junto a tu siervo (Gén 18, 1-10a)
  • Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda? (Sal 14)
  • El misterio escondido desde siglos, revelado ahora a los santos (Col 1, 24-28)
  • Marta lo recibió. María ha escogido la parte mejor (Lc 10, 38-42)
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La noche









La noche no interrumpe tu historia con el hombre;
la noche es tiempo de salvación.

De noche descendía tu escala misteriosa
hasta la misma piedra donde Jacob dormía.

De noche celebrabas la Pascua con tu pueblo,
mientras en las tinieblas volaba el exterminio.

Abraham contaba tribus de estrellas cada noche;
de noche prolongabas la voz de la promesa.

De noche, por tres veces, oyó Samuel su nombre;
de noche eran los sueños tu lengua más profunda.

De noche, en un pesebre, nacía tu Palabra;
de noche lo anunciaron el ángel y la estrella.

La noche fue testigo de Cristo en el sepulcro;
la noche vio la gloria de su resurrección.

De noche esperaremos tu vuelta repentina
y encontrarás a punto la luz de nuestra lámpara.

La noche no interrumpe tu historia con el hombre;
la noche es tiempo de salvación.

(Himno para la oración de Completas)
(Autor: José Luis Blanco Vega)

XV Domingo del Tiempo Ordinario

14 de julio de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • El mandamiento está muy cerca de ti para que lo cumplas (Dt 30, 10-14)
  • Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón (Sal 68)
  • Todo fue creado por él y para él (Col 1, 15-20)
  • ¿Quién es mi prójimo? (Lc 10, 25-37)
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La enfermedad de un niño


(El texto recoge las reflexiones de un padre que ha acompañado a su hijo de dos años de edad afectado por la leucemia, durante su larga estancia en el hospital. Son reflexiones que el padre hace dialogando mentalmente con su hijo)


Saber esperar


He comprado un tiesto de arcilla, sustrato universal y unas cuantas semillas de petunia. Las he sembrado, y durante muchos días he humedecido el terreno con agua del grifo, dejando la maceta al lado de la ventana para que el sol la tueste y pueda germinar lo todavía invisible.

Hoy, al saber que las semillas de petunia, por ser pequeñas, no deben enterrarse muy profundas, he resuelto vaciar la maceta, volver a llenarla con tierra nueva y plantar otras semillas. Dicen que esta flor tarda meses en brotar, y es horrible la impaciencia que experimento: quisiera brotarla al instante como un druida, acelerar su crecimiento.

El caso es que hace un momento, cuando soplabas la vela con forma de número cinco, he comprendido que no tengo que hacer nada para hacer que la petunia florezca. Sólo ser un hombre que espera y que sabe que luego del tiempo necesario sucederá la corola. Hoy celebras tu quinto cumpleaños en el planeta Tierra luego de dos años de quimioterapia. Hace unos meses eras un niño calvo en la cama de un hospital. Eras la tierra de esta maceta, sin flores, muerta de puro invierno. Hoy sonríes, respiras, juegas, comes, vas al colegio. Eres una flor perfecta con aroma de resucitado. 



XIV Domingo del Tiempo Ordinario

7 de julio de 2019
(Ciclo C - Año impar)






  • Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz (Is 66, 10-14c)
  • Aclamad al Señor, tierra entera (Sal 65)
  • Llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús (Gál 6, 14-18)
  • Descansará sobre ellos vuestra paz (Lc 10, 1-12. 17-20)
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