La primera impresión

Al fin y al cabo, ¿qué puede revelarnos una primera impresión de alguien a quien sólo hemos visto un minuto en el vestíbulo de un hotel? Es más, ¿qué puede revelarnos una primera impresión de nadie? Pues no mucho más de lo que un acorde puede hacerlo de Beethoven, o una pincelada de Botticelli.

Por naturaleza los seres humanos son tan caprichosos, tan complejos, tan maravillosamente contradictorios, que merecen no sólo nuestra consideración, sino también nuestra reconsideración, y nuestra firme determinación de guardarnos nuestra opinión hasta habernos relacionado con ellos en todas las situaciones y a todas las horas posibles.


Autor: Amor TOWLES
Título: Un caballero en Moscú
Editorial: Salamandra, 2022, (p. 142)

XII Domingo del Tiempo Ordinario

15 de agosto 

25 de junio de 2023

(Ciclo A - Año impar)





  • Libera la vida del pobre de las manos de gente perversa (Jer 20, 10-13)
  • Señor, que me escuche tu gran bondad (Sal 68)
  • No hay proporción entre el delito y el don (Rom 5, 12-15)
  • No tengáis miedo a los que matan el cuerpo (Mt 10, 26-33)
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Por tres veces en el evangelio de hoy el Señor nos exhorta a vencer el miedo: “No tengáis miedo”. Sentir miedo es algo natural para el hombre: tenemos miedo de perder nuestra salud, nuestra estima, nuestra posición, nuestra tranquilidad, nuestro bienestar, nuestra vida y nuestra familia. Todo lo que amamos se encuentra bajo la amenaza y ninguno de nosotros puede garantizarlo con sus solas fuerzas. Todo lo que amamos y lo que nos pertenece nos expone a heridas y pérdidas, y es posible objeto de amenazas y de chantajes. Y por todo ello tenemos miedo.

Cuando el Señor nos dice “no tengáis miedo”, no nos prohibe sentir miedo, sino que nos está mandando que nuestro comportamiento, nuestra manera de actuar, no esté determinada por el miedo. De manera muy especial el Señor nos pide que no dejemos de hacer dos cosas fundamentales en razón del miedo: anunciar su palabra y ser fieles a su persona, poniéndonos de su parte ante los hombres.

Frases...

La diferencia entre los condenados y los que se salvan no es que unos pequen y los otros no, sino que unos se burlan y los otros se arrepienten, unos se contentan con sus pecados y otros se entristecen con ellos.


Peter J. Kreeft

La vida activa y la vida contemplativa

El hombre, cuerpo y alma, está llamado a seguir un doble camino: el de la acción y el de la contemplación.

La vida activa comprende el ayuno, la abstinencia, las vigilias, las genuflexiones, la oración. “¡Qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la vida! ¡Y qué pocos son los que lo encuentran!” (Mt 7,14).

La vía contemplativa consiste en la elevación del espíritu a Dios, en la atención interior, en la oración pura y en la contemplación de las cosas espirituales a través de estos ejercicios.

El que aspira a la vida contemplativa tiene que empezar por la vida activa. Porque es imposible acceder a la vida contemplativa sin pasar por la vida activa.

No conviene abandonar la vida activa después de haber pasado, a través de ella, a la vida contemplativa; puesto que la vida activa enriquece la vida contemplativa y ayuda a su elevación.


San Serafín de Sarov

XI Domingo del Tiempo Ordinario

15 de agosto 

18 de junio de 2023

(Ciclo A - Año impar)





  • Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa (Ex 19, 2-6a)
  • Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño (Sal 99)
  • Si fuimos reconciliados por la muerte del Hijo, ¡con cuánta más razón seremos salvados por su vida! (Rom 5, 6-11)
  • Llamó a sus doce discípulos y los envió (Mt 9, 36 - 10, 8)
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“Al ver Jesús a las gentes”. 

El evangelio de hoy nos permite penetrar en la mirada de Jesús –que es la mirada de Dios- sobre los hombres, revelándonos cómo es esa mirada. Jesús, en efecto, con su mirada, ve a los hombres de la siguiente manera:

a) Se compadecía de ellas (las gentes) porque estaban extenuadas. 

Jesús es sensible al dolor de los hombres, al “peso de la vida”. Según nos relata San Mateo, Jesús pronunció estas palabras después de haber curado a una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, de haber resucitado a la hija de un magistrado –Jairo-, de devolver la vista a dos ciegos y después de haber expulsado a un demonio que impedía hablar a un hombre. Jesús, por lo tanto, se acaba de encontrar con el sufrimiento de los hombres, con la enfermedad, con la muerte, con la acción del demonio esclavizando a los hombres. 

b) Porque estaban abandonadas como ovejas que no tienen pastor. 

Pero la mirada de Jesús va más allá del sufrimiento humano inmediatamente perceptible y detecta algo mucho peor: que no tienen quien les oriente, quien les guíe, en el camino de la Verdad. La miseria más honda del hombre no son los sufrimientos, sino la desorientación en relación a la Verdad. 

Frases...

No olvidéis nunca que la primera obra de amor que podéis hacer con los demás es la de compartir la fuente de nuestra esperanza. Quien no da a Dios, da muy poco.


Benedicto XVI

La ética en la vida cristiana


1. El papel de la ética en la vida cristiana.

El problema del papel de la ética en la vida cristiana se planteó, en la Iglesia primitiva, a raíz de los miles y miles de judíos que han abrazado la fe y todos son celosos partidarios de la Ley (Hch 21,20). Todos ellos piensan que el cristiano debe seguir observando la Ley, es decir, la ley judía, la Torá, la ley que Moisés recibió en el Sinaí de las manos de Dios y que, en la tradición del judaísmo, se identifica con la sabiduría divina. Por ello la Ley era para el judío, en su vida cotidiana, la palabra de Dios, el agua que apaga la sed, el pan que da la vida, la viña o el retoño de frutos excelentes, el tesoro de la sabiduría y de la ciencia. En pocas palabras, en el pensamiento judío la ley ocupa el lugar que san Juan y san Pablo proclamarán como propio de Cristo.

La respuesta cristiana a esta cuestión llegó por medio de san Pablo y se formula en estos términos contundentes: el cristiano ha sido liberado de la Ley: Si os guiáis por el Espíritu, no estáis bajo la Ley (Ga 5,18). No estáis bajo la Ley sino bajo la gracia (Rm 6,14). Con esta respuesta Pablo entiende que el cristiano está liberado no sólo de las prescripciones rituales de la Ley, sino también de los preceptos propiamente morales e incluso de todo aquello que el concepto de “ley” implica, es decir, el de un régimen de heteronomía moral en el que el hombre está situado frente a un precepto que es exterior y distinto de él mismo y al que, sin embargo, debe obedecer.

Corpus Christi

15 de agosto 

11 de junio de 2023

(Ciclo A - Año impar)





  • Te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres (Dt 8, 2-3. 14b-16a)
  • Glorifica al Señor, Jerusalén (Sal 147)
  • El pan es uno; nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo (1 Cor 10, 16-17)
  • Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida (Jn 6, 51-58)
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En la primera lectura de hoy se nos ha recordado cómo el pueblo de Israel, en su travesía por el desierto, sintió hambre y cómo el Señor le dio a comer el maná, que fue un don de Dios, la respuesta divina al hambre del pueblo de Israel para que no desfalleciera.

La vida del hombre en la tierra, nuestra vida, se parece siempre a una travesía del desierto. Porque en nuestro corazón hay un ansia de verdad, de bien y de belleza que nunca se ve totalmente satisfecha por los bienes que encontramos y realizamos aquí en la tierra. Y en este sentido el mundo, la vida, a pesar de todas las realidades bellas que nos ofrece, nunca es nuestra morada definitiva, nuestra tierra prometida, porque siempre aspiramos a más, porque nuestro corazón sigue estando inquieto.

“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”. Jesús se presenta como el pan que puede saciar el hambre de nuestro corazón, como la respuesta total, exhaustiva, al deseo del hombre; de tal manera que “el que come de este pan vivirá para siempre”. En la Eucaristía Cristo nos da este pan, que nos permite “subsistir en medio del desierto”, es decir, mantener nuestra humanidad en medio de un mundo inhumano.

Frases...

Amar puramente es consentir en la distancia, es adorar la distancia entre uno y lo que se ama.


Simone WEIL

San Fulberto de Chartres

Santa María,
socorred a los desgraciados,
ayudad a los indecisos,
reconfortad a los débiles.
Rogad por el pueblo,
intervenid por el clero,
interceded por las mujeres consagradas.
Que quienes celebran vuestra memoria
experimenten vuestra ayuda.
Prestad un oído atento a los deseos
de todos los que os ruegan:
dadles a cambio el favor deseado.
Que la intercesión por el pueblo de Dios
sea vuestra continua ocupación,
Vos que habéis merecido,
oh bendecida,
llevar en vuestro seno
el rescate del mundo,
Aquel que vive y reina
por los siglos de los siglos.
Amén.

San Fulberto de Chartres (+1028)

Santísima Trinidad

15 de agosto 

4 de junio de 2023

(Ciclo A - Año impar)





  • Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso (Ex 34, 4b-6. 8-9)
  • ¡A ti gloria y alabanza por los siglos!  (Salmo: Dan 3, 52-56)
  • La gracia de Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo (2 Cor 13, 11-13)
  • Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él (Jn 3, 16-18)
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“La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo, esté siempre con vosotros”. Estas palabras enuncian el misterio de la Santísima Trinidad: el Padre que envió al Hijo, que nos salvó con su gracia, gracia que está en nosotros por el don del Espíritu Santo. San Juan Crisóstomo comenta: “Lo referente a la Trinidad es indivisible, y allí donde está la comunión del Espíritu, se halla también la del Hijo; y allí donde está la gracia del Hijo, también se halla la del Padre y la del Espíritu Santo”.

La gracia es el perdón que en Cristo se nos ha dado. El amor de Dios se ha manifestado en la entrega que el Padre ha hecho de su Hijo único, muy amado, para nuestra salvación según lo que afirma Pablo en la Carta a los Romanos: “En verdad, apenas habrá quien muera por un justo; por un hombre de bien tal vez se atrevería uno a morir; más la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (5,7-8). La comunión del Espíritu Santo es la unión a las tres divina Personas y la unión entre nosotros que crea en nosotros el Espíritu Santo.

Frases...

La espiritualidad resiste mejor en el tiempo de la prueba, resurge antes en los tiempos de crisis y perdura cuando todo parece perdido.



Jean-Luc Marion