El cielo










Se me va poblando el cielo
de rostros y corazones,
se va volviendo mi hogar,
llenándoseme de nombres.

No es ya un extraño país
lejano en el horizonte,
es cita donde me aguardan
pupilas que me conocen,
labios que me dieron besos,
pieles que llevan mis roces.

Se me va poblando el cielo
de rostros y corazones,
de gestos ya conocidos,
de amor, de abrazos que acogen,
en los que revivir puedo
amadas palpitaciones,
y tantos y tantos sueños
que aguardan consumaciones.

Se me va poblando el cielo
de rostros y corazones:
me gusta saber que Dios
prepara para los hombres
Paraísos que permiten
recuperar los adioses.

(Un cartujo)