La alegría

La alegría, fundamentalmente, es una expresión profunda del ser: en bondad, en verdad, en belleza.

Un rasgo que caracteriza la alegría es el hecho de que no nos pertenece. Simplemente irrumpe y nos atraviesa cuando aceptamos construir la existencia como práctica de hospitalidad. Si insonorizamos nuestro espacio vital, si impermeabilizamos nuestra atención, la alegría no nos visita. Los días sin alegría son esos de los que no nos queda memoria alguna. Llegan a su fin y no recordamos ni un gesto, ni una frase, nada que contar. En el fondo, no quisimos nada de aquello ni a aquellos con los que nos cruzamos, o no fuimos queridos; no permitimos que existiera (o no nos fue permitido) un tránsito, un retorno; no se abrió el corazón… Para acceder a la alegría, la vida tiene que hacerse porosa. Aun cuando el precio incluya el dolor.

Con frecuencia el sufrimiento debe excavar primero en nosotros la profundidad que después vendrá a llenar la alegría.



Autor: José TOLENTINO MENDONÇA
Título: Pequeña teología de la lentitud
Editorial: Fragmenta Editorial, Barcelona, 2017, (pp. 49-50)