De cómo se posa una mano sobre la piel de las cosas depende que en el mundo reine la ternura o la violencia, la misericordia o el abandono, el amor o el control, la alegría o la soledad. La mano permite que las cosas se detengan, que no tengan que buscar la vida en otra parte. El contacto nos hace saber quiénes somos y quiénes no somos, dónde empezamos y dónde terminamos y la carne que nos une. Toda la vida es cuestión de tacto.
Para mí, el timbre de una voz contiene la presencia de una persona, y no se puede imaginar lo precisa que es la voz representando lo que no se ve. Una cara puede acostumbrarse a mentir, incluso en sus rasgos, pero una voz no.
Autor: Alessandro D’AVENIA
Título: ¡Presente!
Editorial: Encuentro, Madrid, 2022, (pp. 9, 35 y 146)