Pudor espiritual

Unos hermanos de Scitia quisieron ver al abba Antonio. Se embarcaron en una nave y encontraron en ella a un anciano que también quería ir junto a Antonio. Pero los hermanos no lo sabían. Sentados en el barco, hablaban de las Sentencias de los Padres, de las Escrituras y de sus trabajos manuales. El anciano guardaba silencio. Al llegar al puerto supieron que también él iba en busca del abba Antonio. Cuando se presentaron, el abba Antonio les dijo: "Buen compañero de viaje habéis encontrado en este anciano". Y luego dijo al anciano: "Padre, has encontrado a unos buenos hermanos". Pero el anciano le respondió: "Son buenos, pero su habitación no tiene puerta. En sus cuadras entra todo el que quiere y desata el asno". Esto lo decía porque los hermanos hablaban de todo lo que pasaba por sus cabezas.


 

Título: Apotegmas de los padres del desierto

Editorial: Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2017, IV, 1.




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