¡Tú eres, oh María,pura, casta y sin mancha!Tú que has llegado a serla radiante puerta del cielo,oh Madre muy amada de Jesucristo,recibe nuestras piadosas alabanzas,que brotan del corazón y de los labios:que nuestros corazones y nuestros cuerpospermanezcan puros.Por tus dulces plegariasalcánzanos la salvaciónpara la eternidad.¡Oh Madre llena de bondad,oh María nuestra Reina,tú que eres la única sin pecado!
(Oración del siglo XIII)