Acto de ofrenda al Amor Misericordioso de Dios

¡Oh Dios mío, Trinidad santa! Ya que me has amado hasta darme a tu Hijo único para que fuese mi Salvador y mi Esposo, te suplico que no me mires sino a través de la faz de Jesús y de su Corazón abrasado de amor.

En la tarde de esta vida, compareceré delante de Ti con las manos vacías, pues no te pido, Señor, que lleves cuenta de mis obras. Todas nuestras justicias tienen manchas a tus ojos. Por eso, yo quiero revestirme de tu propia Justicia y recibir de tu Amor la posesión eterna de Ti mismo. No quiero otro trono ni otra corona que Tú mismo, Amado mío.

A fin de vivir en un acto de perfecto amor, yo me ofrezco como víctima de holocausto a tu Amor misericordioso, y te suplico que me consumas sin cesar, haciendo que se desborden sobre mi alma las olas de ternura infinita que se encierran en Ti, y que de esa manera llegue yo a ser mártir de tu amor, Dios mío.

Que este martirio, después de haberme preparado para comparecer delante de Ti, me haga por fin morir, y que mi alma se alce sin demora al eterno abrazo de tu Amor misericordioso.

Quiero, Amado mío, renovarte esta ofrenda con cada latido de mi corazón y un número infinito de veces, hasta que las sombras se desvanezcan y pueda yo decirte mi amor en un cara a cara eterno. Amén.

Santa Teresita del Niño Jesús