La oración del fuego, al Corazón de Jesús

¡Oh fuego divino,
oh llamas completamente puras
del Corazón de mi único amor, Jesús,
quemadme sin piedad,
consumidme sin resistencia!

¡Oh amor del cielo y de la tierra, venid,
venid por completo a mi corazón
para reducirme a cenizas!

¡Oh fuego devorador de la Divinidad, venid,
venid sobre mí para fundirme!
Haced que yo arda y me consuma
en medio de vuestras llamas más vivas
que hacen vivir a todos los que en ellas mueren.

¡Que así sea!


Santa Margarita María Alacoque