25 de diciembre de 2024
(Ciclo C - Año impar)
- Verán los confines de la tierra la salvación de nuestro Dios (Is 52, 7-10)
- Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios (Sal 97)
- Dios nos ha hablado por el Hijo (Heb 1, 1-6)
- El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros ( Jn 1, 1-18)
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“Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres”, hemos proclamado en la segunda lectura de hoy. Un acontecimiento increíble ha sucedido: “Cuando un sosegado silencio lo envolvía todo y la noche se encontraba en la mitad de su carrera”, la Palabra de Dios “saltó del cielo, desde el trono real” y vino a la tierra, morando en medio de nosotros (Sb 18,14). “Dios ha realizado un milagro nunca visto entre los habitantes de la tierra: el que mide el cielo con la palma de su mano, yace en un pesebre de poco más de un palmo; el que en la cavidad de su mano contiene todo el mar, experimenta qué es nacer en una gruta. El cielo está lleno de su gloria y el pesebre está colmado de su esplendor. Moisés anhelaba contemplar la gloria de Dios, pero no fue posible el verla como deseaba. Entonces ningún hombre pensaba poder ver a Dios y quedar con vida. Hoy todos los que le han visto han pasado de la muerte segunda a la vida”, canta San Efrén (+373).
“Os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo”, dice el ángel a los pastores. “Nuestro Salvador, amadísimos hermanos, ha nacido hoy; alegrémonos. No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza, cuando nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa”, afirma nuestro patrono San León Magno (+461).