Plegaria a Cristo

¡Mira, oh Cristo, mi angustia,
mira mi cobardía,
mira mi falta de fuerza,
mira también mi pobreza,
mira mi debilidad,
y ten piedad de mí, oh Verbo de Dios!

Resplandece sobre mí ahora,
como lo hiciste en el pasado,
e ilumina mi alma,
ilumina mis ojos para verte,
a Ti, luz del mundo,
a Ti, alegría, felicidad y vida eterna,
a Ti, que eres el Reino de los cielos.

¿Por qué ocultas tu rostro?
Tú sabes que yo te amo
y que te busco con toda mi alma.
¡Revélate, según tu palabra,
y manifiéstate a mí!
¡Ábreme de par en par
la sala del banquete de bodas, Dios mío;
no me cierres la puerta de tu luz,
oh Cristo, mi Señor y mi Dios!

San Simeón el Nuevo Teólogo (+1022)