No negaría a Jesús por nada en el mundo

Soy católica.
He sobrevivido a dos años de torturas
en un campo de entrenamiento de Boko Haram.
He visto cómo han matado a mi hijo
y he sido madre de otro,
fruto de la violación de un terrorista.

Ni un solo día me he apartado del amor de Dios.
Siempre ha estado conmigo.
No pudieron separarme de mi fe,
a pesar de la violencia ejercida contra mí
por no convertirme al Islam.

La presión física y psicológica
a la que me sometieron los terroristas fue enorme.
Me obligaban a renegar de Jesús
y a recitar el Corán cinco veces al día.

Cada vez que me inclinaba de rodillas hacia La Meca,
oraba en mi interior diciendo:
“En el nombre de Jesús;
Te amo, Señor Jesús”

“No negaría a Jesús por nada en el mundo”


Rebeca, víctima de Boko Haram en Nigeria