Solo con Dios

Déjate perseguir,
pero tú no persigas a nadie.

Déjate ofender,
pero tú no ofendas a nadie.

Déjate calumniar,
pero tú no calumnies a nadie.

Alégrate con los que se alegran
y llora con los que lloran:
es el signo de la pureza.

Sufre con los que sufren,
derrama lágrimas por los pecadores
y alégrate con los que se arrepienten.

Sé el amigo de todos,
pero en tu espíritu
permanece solo con el Señor.


San Isaac el Sirio
(365-460)