29 de septiembre de 2024
(Ciclo B - Año par)
- ¿Estás tú celoso por mí? ¡Ojalá todo el pueblo profetizara! (Num 11, 25-29)
- Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón (Sal 18)
- Vuestra riqueza está podrida (Sant 5, 1-6)
- El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Si tu mano te induce a pecar, córtatela. (Mc 9, 38-43. 45. 47-48)
- Homilía: pulsar aquí para leer la homilía en formato pdf
- La identidad cristiana. ¿Quién es “de los nuestros”? ¿Quién pertenece de verdad a “nuestro grupo”, es decir, a la Iglesia? Esta cuestión se les plantea a los apóstoles cuando se encuentran con un hombre que no es de su grupo y que, sin embargo, expulsa demonios en nombre de Jesús. La reacción del apóstol san Juan expresa una postura demasiado exigente, “maximalista” (“o todo o nada”). Jesús, en cambio, es de otro parecer. Jesús va directamente a lo esencial y se centra en ello; y lo esencial, cristianamente hablando, es Cristo y la relación con Él. Por eso alguien que expulsa demonios en nombre de Cristo es alguien que tiene las cosas esencialmente claras: sabe distinguir entre el Bien y el mal y sabe que el triunfo del Bien sobre el mal llega a nosotros a través de Jesús, y por eso invoca su nombre. Por eso el Señor Jesús afirma que ése “es de los nuestros” y que san Juan no tiene razón: los santos son santos, pero no son Dios. Sólo Dios es Dios. Y, como dirá más adelante el propio san Juan, “Dios es más grande que nuestro corazón” (1Jn 3,20).