La doctrina es la verdad y el pilar fundamental de la vida de la Iglesia para los cristianos. De esta forma nuestro Señor Jesucristo es denominado en el Evangelio “maestro”, esto es “profesor” (magister; didaskalos). Maestro significa enseñar, en este caso una doctrina. Nuestro Señor dijo: “Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado” (Jn 7, 16). Y sobre el Espíritu Santo manifestó: “Este os lo enseñará todo y os traerá a la memoria lo que yo os he dicho” (Jn 14, 26). “No hablará por cuenta propia” (Jn 16, 13). El fundamento de toda nuestra vida es la verdad, el Logos, la Palabra que se hizo carne. La Palabra (Logos) es la otra denominación de la segunda persona de la Santísima Trinidad. La segunda persona de la Santísima Trinidad propiamente se llama “Hijo”, Hijo del Padre, Hijo del Dios viviente. La Sagrada Escritura no dijo, por ejemplo, que el “acto”, la “acción” se hiciera carne, sino que la “PALABRA” (la Verdad) se hizo carne. Al célebre poeta alemán Goethe, un reconocido masón, no le gustaba en absoluto la expresión “en el principio era la PALABRA”, del prólogo del Evangelio de san Juan; prefería decir “en el principio era la acción”.
Parroquia San León Magno de Murcia
Materiales para la vida espiritual
XXI Domingo del Tiempo Ordinario
24 de agosto de 2025
(Ciclo C - Año impar)
- De todas las naciones traerán a todos vuestros hermanos (Is 66, 18-21)
- Id al mundo entero y proclamad el Evangelio (Sal 116)
- El Señor reprende a los que ama (eb 12, 5-7. 11-13)
- Vendrán de oriente y occidente, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios (Lc 13, 22-30)
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1.- «De entre ellos escogeré sacerdotes y levitas». La profecía del final del libro de Isaías (primera lectura) dice al pueblo de Israel con toda claridad que Dios llamará también a hombres de países lejanos, que “nunca oyeron su fama”, y de entre ellos escogerá a algunos como sacerdotes y servidores particulares. Para Israel es una tarea sumamente difícil saberse el pueblo elegido y a la vez tener que relativizarse hasta el punto de tener que admitir esto: la misma elección afectará a otros cuando llegue el momento, un momento que solo Dios conoce. Estos otros, que en general eran considerados por Israel como enemigos de Dios, son ahora llamados por Dios “vuestros hermanos”. Los sacrificios que ellos ofrecerán en el templo del Señor no están manchados ni carecen de valor (como los sacrificios paganos), pues traen ofrendas “en vasijas puras”. ¿Cómo se comportará Israel con respecto a esta promesa?
Abandono
Padre santo, recíbeme escondida
en tu paternidad, caricia tierna,
y sé mi dulce paz, mi herencia eterna
al terminar el curso de mi vida.
Recíbeme, Jesús, divino hermano,
y comparte en fraterna compañía
el peso y el calor de cada día;
llévame suavemente de la mano.
Espíritu de amor, fuego divino,
recíbeme en tu eterno movimiento
que es del Padre y del Hijo santo lazo.
Sé mi amigo y maestro en el camino
y dame el refrigerio de tu aliento,
la gloria de tu beso y de tu abrazo.
en tu paternidad, caricia tierna,
y sé mi dulce paz, mi herencia eterna
al terminar el curso de mi vida.
Recíbeme, Jesús, divino hermano,
y comparte en fraterna compañía
el peso y el calor de cada día;
llévame suavemente de la mano.
Espíritu de amor, fuego divino,
recíbeme en tu eterno movimiento
que es del Padre y del Hijo santo lazo.
Sé mi amigo y maestro en el camino
y dame el refrigerio de tu aliento,
la gloria de tu beso y de tu abrazo.
María Amelia Fe y Olivares
XX Domingo del Tiempo Ordinario
17 de agosto de 2025
(Ciclo C - Año impar)
- Me has engendrado para pleitear por todo el país (Jer 38, 4-6. 8-10)
- Señor, date prisa en socorrerme (Sal 39)
- Corramos, con constancia, en la carrera que nos toca (Heb 12, 1-4)
- No he venido a traer paz, sino división (Lc 12, 49-53)
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1.- «No paz, sino división». El fuego que según el evangelio Jesús ha venido a prender en el mundo, es fuego del amor divino que debe alcanzar a los hombres. A partir de la cruz, su terrible bautismo, comenzará a arder. Pero no todos se dejarán inflamar por la exigencia absoluta e incondicional de este fuego, de manera que aquel amor, que querría y podría conducir a los hombres a la unidad, los divide a causa de su resistencia. Más clara e inexorablemente que antes de Cristo, la humanidad entera se dividirá en dos reinos, bloques o Estados, lo que Agustín designa como la “ciudad de Dios”, dominada por el amor, y la “ciudad de este mundo”, dominada por la concupiscencia. Jesús muestra que la división rompe los vínculos familiares más íntimos y, según la descripción de Pablo, a menudo atraviesa incluso los corazones de los hombres, donde la carne lucha contra el espíritu (Ga 5,17), y el “hombre desgraciado” “no hace lo que quiere, sino lo que (en el fondo) detesta” (Rm 7,15). Pero esto no es para Jesús ni para Pablo una trágica fatalidad, sino una lucha que ha de mantenerse hasta la victoria final: porque el amor y el odio no son dos principios igualmente eternos (como pensaban los maniqueos), sino porque nosotros podemos “vencer al mal a fuerza de bien” (Rm 12,21), para lo cual se nos da la fuerza de la gracia de Dios.
¿Tiene futuro la poesía?
En 1976, el escritor bosnio Izet Sarajlic escribió un poema titulado “Carta al año 2176”:
“¿Qué?
¿Todavía escucháis a Mendelssohn?
¿Todavía recogéis margaritas?
¿Todavía celebráis los cumpleaños de los niños?
¿Todavía ponéis nombres de poetas a las calles?
Y a mí, en los años setenta de dos siglos atrás, me aseguraban que los tiempos de la poesía habían pasado –al igual que el juego de las prendas, o leer las estrellas, o los bailes en casa de los Rostov-.
¡Y yo, tonto, casi lo creí!”
“¿Qué?
¿Todavía escucháis a Mendelssohn?
¿Todavía recogéis margaritas?
¿Todavía celebráis los cumpleaños de los niños?
¿Todavía ponéis nombres de poetas a las calles?
Y a mí, en los años setenta de dos siglos atrás, me aseguraban que los tiempos de la poesía habían pasado –al igual que el juego de las prendas, o leer las estrellas, o los bailes en casa de los Rostov-.
¡Y yo, tonto, casi lo creí!”
Autor: Irene VALLEJO
Título: El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo.
Editorial: Siruela, Madrid, 2021, (p. 319)
Asunción de la Bienaventurada Virgen maría
15 de agosto de 2025
(Ciclo C - Año impar)
- Una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies (Ap 11, 19a; 12, 1-6a. 10ab)
- De pie a tu derecha está la reina, enjoyada con oro de Ofir (Sal 44)
- Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo (1 Cor 15, 20-27a)
- El Poderoso ha hecho obras grandes en mí: enaltece a los humildes (Lc 1, 39-56)
- Homilía: pulsar aquí para leer la homilía en formato pdf
Celebramos hoy, queridos hermanos, la solemnidad de la Asunción de la bienaventurada Virgen María, en cuerpo y alma, al cielo. Lo que la liturgia propone hoy a nuestra contemplación es el destino final en el que se encuentra la Madre del Señor desde que terminó el curso de su vida terrena, diciéndonos que ella ha alcanzado ya plenamente el estado glorioso que tendrán, a partir del último día, todos los justos resucitados o los que, por vivir todavía cuando vuelva el Señor, serán transformados sin pasar por la muerte, tal como anuncia san Pablo: “He aquí que os anuncio un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos transformados” (1Co 15, 51).
Los santos que están en el cielo se encuentran en un estado todavía provisional, en cuanto que una parte de su ser, el cuerpo, ha quedado aquí en la tierra, dejando de ser un cuerpo viviente, bien porque haya conocido la corrupción del sepulcro, o bien porque, aunque esté incorrupto, no es un cuerpo viviente, ya que lo que da vida al cuerpo es el alma, y el alma ya no está allí. Su espíritu y su alma están con el Señor y son colmados por la felicidad de contemplar su gloria; pero su cuerpo espera paciente el día de la segunda venida de Cristo, de su venida gloriosa, el día de la Parusía, para resucitar por la fuerza y el poder del Espíritu Santo, y ser transformado en un cuerpo espiritual, un cuerpo glorioso, tal como afirma san Pablo: “Así también en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción (…) se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual” (1Co 15, 42.44), y volver a unirse con su espíritu y su alma en la felicidad total del cielo.
La hierba del tejado
Retrocedan avergonzados los que odian a Sión;
sean como la hierba del tejado, que se seca y nadie la seca
(Sal 128, 5-6).
Sión es la Iglesia, afirma san Agustín, y los que fingidamente entran en la Iglesia, odian a la Iglesia, como también la odian los que no quieren cumplir la palabra de Dios. Algunos la odian desde fuera y otros la odian desde dentro, y a veces no es fácil distinguir a unos y otros, pues, como sigue diciendo san Agustín, “en la inefable presencia de Dios muchos que parecen estar fuera, están dentro; mientras que otros que parecen estar dentro, están fuera; pero el Señor conoce a los suyos”. En cualquier caso, estén dentro o fuera, que retrocedan avergonzados los que odian a Sión.
¿Por qué avergonzados? Porque Sión, es decir, la Iglesia, es el lugar donde Dios nos alcanza, nos encuentra y nos moldea según su voluntad, haciendo de cada uno de nosotros el ser de luz, de amor, de comunión, de paz, que el Padre del cielo vio cuando nos creó. La Iglesia es el seno materno en el que Dios va engendrando a cada hombre en su singularidad más personal, en su belleza única. Por eso “se dirá de Sión: uno por uno todos han nacido en ella” (Sal 86, 5). Retrocedan, pues, avergonzados los que odian a Sión, porque al hacerlo están odiando, aunque ellos no lo sepan, la singularidad y la belleza única de cada hombre.
XIX Domingo del Tiempo Ordinario
10 de agosto de 2025
(Ciclo C - Año impar)
- Con lo que castigaste a los adversarios, nos glorificaste a nosotros, llamándonos a ti (Sab 18, 6-9)
- Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad (Sal 32)
- Esperaba la ciudad cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios (Heb 11, 1-2. 8-19)
- Lo mismo vosotros, estad preparados (Lc 12, 32-48)
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Todos los textos de esta celebración nos exigen vivir en tensión, en movimiento (éxodo), desinstalados, en estado de peregrinación; en una palabra: vivir en vela, en vela en razón de la fe, en razón de la promesa de Dios, en razón de las cuentas que habremos de rendir pronto.
1.- «La fe es seguridad de lo que se espera». La segunda lectura llama a esta existencia desinstalada simplemente “fe”. La fe se apoya en una palabra recibida de Dios que anuncia una realidad invisible y futura. Esto se muestra en la existencia de Israel, que comienza con el éxodo de Abrahán y se continúa a través de los siglos, esta fe puede ser sometida a duras pruebas, como cuando se exige a Abrahán que sacrifique a su hijo, como demuestra también el hecho de que todos los representantes de la Antigua Alianza “murieron sin haber recibido al tierra prometida”. Estos aprendieron casi más drásticamente que los cristianos lo que significa vivir “como huéspedes y peregrinos en la tierra”, y buscar una patria que está más allá de toda su existencia perecedera. Porque en el destino de Jesús y en la recepción del Espíritu Santo los cristianos no solamente “han visto y saludado de lejos” la patria celeste, sino que, como dice Juan, “han oído, visto y palpado la Palabra que es la vida eterna”, y según Pablo han recibido el Espíritu Santo como arras, como prenda o garantía de lo que esperan, por lo que pueden y deben ir al encuentro del cumplimiento de la promesa con mayor seguridad, y por ello también con mayor responsabilidad.
XVIII Domingo del Tiempo Ordinario
XVIII Domingo del Tiempo Ordinario
(Ciclo C - Año impar)
3 de agosto de 2025
- ¿Qué saca el hombre de todos los trabajos? (Ecl 1, 2; 2, 21-23)
- Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación (Sal 89)
- Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo (Col 3, 1-5. 9-11)
- ¿De quién será lo que has preparado? (Lc 12, 13-21)
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Tú serás mi fuerza y mi guía
¡Tú serás mi fuerza, Dios mío!,
tú serás mi guía, mi consejo,
mi paciencia, mi paz y mi prudencia.
Recurriré a ti en mis tentaciones,
en mis sequedades, mis disgustos,
mis desolaciones y mis temores…
Concédeme, Dios mío, no temer más
las ilusiones o los artificios del demonio,
ni mi propia debilidad, ni mi desconfianza.
Porque tú tienes que ser mi fuerza en todas mis cruces;
tú me lo prometes
en proporción a mi confianza, y,
lo que es admirable, Dios mío,
es ver que, al mismo tiempo que tú pones esa condición,
tú mismo me concedes esta confianza.
¿Qué haría yo, Señor, si tú no fueras mi fuerza?
Pero puesto que tú me aseguras que lo eres,
¿qué dejaré de hacer para tu gloria?
Pues todo lo puedo en Aquel que me hace fuerte.
Por donde quiera que vaya, tú estás en mí y yo en ti.
Por lo que en cualquier lugar que yo me encuentre,
en cualquier peligro o enemigo que me amenace,
yo tengo la fuerza en ti.
tú serás mi guía, mi consejo,
mi paciencia, mi paz y mi prudencia.
Recurriré a ti en mis tentaciones,
en mis sequedades, mis disgustos,
mis desolaciones y mis temores…
Concédeme, Dios mío, no temer más
las ilusiones o los artificios del demonio,
ni mi propia debilidad, ni mi desconfianza.
Porque tú tienes que ser mi fuerza en todas mis cruces;
tú me lo prometes
en proporción a mi confianza, y,
lo que es admirable, Dios mío,
es ver que, al mismo tiempo que tú pones esa condición,
tú mismo me concedes esta confianza.
¿Qué haría yo, Señor, si tú no fueras mi fuerza?
Pero puesto que tú me aseguras que lo eres,
¿qué dejaré de hacer para tu gloria?
Pues todo lo puedo en Aquel que me hace fuerte.
Por donde quiera que vaya, tú estás en mí y yo en ti.
Por lo que en cualquier lugar que yo me encuentre,
en cualquier peligro o enemigo que me amenace,
yo tengo la fuerza en ti.
San Claudio de la Colombière
(1641-1682)
XVII Domingo del Tiempo Ordinario
27 de julio de 2025
(Ciclo C - Año impar)
- No se enfade mi Señor si sigo hablando (Gen 18, 20-32)
- Cuando te invoqué, me escuchaste, Señor (Sal 137)
- Os vivificó con él, perdonándoos todos los pecados (Col 2, 12-14)
- Pedid y se os dará (Lc 11, 1-13)
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El evangelio de hoy, queridos hermanos, quiere inculcarnos una gran confianza en la positividad de lo real, en la bondad de la realidad. Nos recuerda que lo real es fundamentalmente bueno y que responde a nuestras necesidades y que no debemos dudar en pedir, en buscar y en llamar “porque quien pide recibe, quien busca halla y al que llama se le abre”. Y la razón de esta positividad y bondad de lo real es que la realidad es obra de Dios y Dios es un Padre lleno de amor por sus hijos que somos nosotros.
El que Dios sea un Padre lleno de bondad y de amor por nosotros no significa que Dios esté ciego y que no vea nuestras meteduras de pata y nuestros crímenes y pecados. Por eso el Señor dice: “si vosotros que sois malos”. Dios no tiene una idea optimista del ser humano, Dios no piensa que “todo el mundo es bueno”. Pero Dios cree en el poder del bien y en la victoria final del bien sobre el mal y por eso está dispuesto a darnos el Espíritu Santo a quienes recurrimos a Él.
Frases...
Experiencias y presencia
El valor de una vida no se mide por la cantidad de experiencias que se han hecho sino por la calidad de presencia que se ha puesto en ellas.
Martin Steffens
Santiago Apóstol
25 de julio de 2025
(Ciclo C - Año impar)
- El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago (Hch 4, 33; 5, 12. 27-33; 12, 2)
- Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben ( Sal 66)
- Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús (2 Cor 4, 7-15)
- Mi cáliz lo beberéis (Mt 20, 20-28)
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Celebramos hoy, queridos hermanos, la fiesta del apóstol Santiago, patrono de España. La riqueza de la liturgia de la palabra de este día nos ofrece abundantes puntos de reflexión, que constituyen llamadas a nuestra conversión como católicos y como católicos españoles.
La primera lectura nos ha recordado la contundente respuesta que Pedro y los demás apóstoles dieron ante las autoridades religiosas judías: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. Es una llamada a revisar nuestra jerarquía de valores y a preguntarnos qué es, de verdad, lo primero en nuestra vida, es decir, cuál es el criterio que prevalece sobre todos los demás a la hora de tomar nuestras decisiones. Si nuestro criterio es no distinguirnos de los demás, ser como todos, no llamar la atención, ser socialmente correctos, ajustándonos al comportamiento de la mayoría, entonces Dios no es el primero en nuestra vida, sino que lo primero es una determinada imagen de nosotros mismos que no queremos que desentone de la mayoría social; lo primero sería no querer tener problemas. El cristiano tiene que tener la audacia de poner a Dios, a su voluntad y a su santa ley, como lo más importante en su vida, aunque ello le genere algún problema.
El dolor
Creo en la purgación, en el dolor como instrumento quirúrgico. Estoy convencido de que hace falta sufrir para crecer un poco, cierta violencia. Como en el caso de los árboles, que comen borrasca. O también los partos y el poema brotan de un corazón que ha sido herido en el combate del amor, del duelo, de la ausencia. En los relatos de todas las culturas abundan las catástrofes a las que el hombre atribuye significado. La sospecha de que nada ocurre absurdamente. La sequía el diluvio, la muerte de los niños, las plagas la persecución.
Jesús Montiel
XVI Domingo del Tiempo Ordinario
XVI Domingo del Tiempo Ordinario
(Ciclo C - Año impar)
20 de julio de 2025
- Señor, no pases de largo junto a tu siervo (Gen 18, 1-10a)
- Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda? (Sal 14)
- El misterio escondido desde siglos, revelado ahora a los santos (Col 1, 24-28)
- Marta lo recibió. María ha escogido la parte mejor (Lc 10, 38-42)
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Frases...
Para expresar lo verdadero es preciso un trabajo. También para recibirlo. Sin trabajo se expresa y se recibe lo falso, o cuando menos lo superficial.
Simone Weil
XV Domingo del Tiempo Ordinario
XV Domingo del Tiempo Ordinario
(Ciclo C - Año impar)
13 de julio de 2025
- El mandamiento está muy cerca de ti para que lo cumplas (Dt 30, 10-14)
- Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón (Sal 18)
- Todo fue creado por él y para él (Col 1, 15-20)
- ¿Quién es mi prójimo? (Lc 10, 25-37)
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Lujuria
Es una característica extraordinaria de la Biblia hebrea que relate con tanta naturalidad el rotundo fracaso moral de uno de sus héroes. Al proponer la perfectibilidad de la naturaleza humana, la Escritura subraya que es solo obra de Dios. Abandonados a nuestra suerte, somos capaces de caer muy bajo. El adulterio de David no fue una entrega momentánea al desorden de la pasión; fue calculado y violento. El rey no dudó en asesinar a Urías y, junto a él, a otros soldados fieles. Estratégicamente hablando, la maniobra para eliminar al marido de Betsabé fue suicida. Todo el batallón sufrió pérdidas (2 Sam 11, 16-21). Cuando se informó a David, éste mandó decir a Joab, el comandante: “No te inquietes por este asunto” (2 Sam 11, 25). Es perturbador encontrar en el Libro Sagrado una frase que parece salida de los labios de Marlon Brando en El Padrino. Tal es el poder del eros cegado. Puede arrastrarnos a ser cómplices de la muerte.
La acción de David tuvo consecuencias para su casa y su familia. Lo que había hecho “desagradó al Señor” (2 Sam 11, 25), que envió al profeta Natán para reprenderlo y decirle que, como resultado de su acción, “la espada no se apartará de tu casa” (2 Sam 12, 10). Habiendo sembrado viento, cosecharía tempestades (cf. Os 8, 7). Una maldición cayó desde entonces sobre la casa de David. Poco después del asesinado de Urías, Ammón, hijo de David, cometió incesto con su media hermana Tamar. Obsesionado por ella, la había mandado llamar, la violó y luego la despreció, descubriendo que, tan pronto como su fantasía se había satisfecho, no sentía por ella nada más que rechazo, “de hecho su aversión era incluso mayor que la lujuria que había sentido por ella” (2 Sam 15, 15).
XIV Domingo del Tiempo Ordinario
XIV Domingo del Tiempo Ordinario
(Ciclo C - Año impar)
6 de julio de 2025
- Yo haré derivar hacia ella, como un río, la paz (Is 66, 10-14c)
- Aclamad al Señor, tierra entera (Sal 65)
- Llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús (Gal 6, 14-18)
- Descansará sobre ellos vuestra paz (Lc 10, 1-12. 17-20)
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Quiero encontrarte, Señor
¡Te necesito, Señor!, porque sin Ti mi vida se seca.
Quiero encontrarte en la oración, en tu presencia inconfundible,
Quiero encontrarte en la oración, en tu presencia inconfundible,
durante esos momentos en los que el silencio se sitúa de frente a mí, ante Ti.
¡Quiero buscarte!
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que Tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque que protege con sus hojas
los latidos escondidos de todos sus inquilinos.
¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en los sacramentos, en el reencuentro con tu perdón,
Quiero encontrarte dando vida a la naturaleza que Tú has creado;
en la transparencia del horizonte lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque que protege con sus hojas
los latidos escondidos de todos sus inquilinos.
¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte en los sacramentos, en el reencuentro con tu perdón,
en la escucha de tu palabra, en el misterio de cotidiana entrega radical.
¡Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño y en el ruido de la muchedumbre.
¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso,
y un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo.
Quiero encontrarte en el rostro de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño y en el ruido de la muchedumbre.
¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte en la pobreza de mi ser,
en las capacidades que me has dado,
en los deseos y sentimientos que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso,
y un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas del encuentro cara a cara contigo.
Pierre Teilhard de Chardin
Frases...
Aléjate del mal y percibirás su hedor;
si no te alejas, no podrás ni siquiera reconocerlo.
Isaac de Nínive
Santos Pedro y Pablo, apóstoles
Vigilia de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo, apóstoles
(Ciclo C - Año impar)
28 de junio de 2025
- Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús, levántate y anda (Hch 3, 1-10)
- A toda la tierra alcanza su pregón (Sal 18)
- Dios me escogió desde el seno de mi madre (Gal 1, 11-20)
- Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas (Jn 21, 15-19)
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Santos Pedro y Pablo, Apóstoles
(Ciclo C - Año impar)
29 de junio de 2025
- Ahora sé realmente que el Señor me ha librado de las manos de Herodes (Hch 12, 1-11)
- El Señor me libró de todas mis ansias (Sal 33)
- Me está reservada la corona de la justicia (2 Tim 4, 6-8. 17-18)
- Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos (Mt 16, 13-19)
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Los delirios/demonios de la ciencia: La bomba de hidrógeno
(Las reflexiones que siguen están hechas a propósito de la figura del matemático húngaro Neumann János Lajos, también conocido en EE UU como Johnny von Neumann, que fue uno de los principales fautores de la bomba atómica. Sin entrar en la valoración y el juicio sobre esta persona, lo que nos interesa es analizar el ‘páthos’ de la ciencia, los delirios o demonios que acechan al conocimiento científico y, en último término, la condición humana, ya que lo que anida en el alma de los científicos, anida también en el alma de cada hombre)
(Testimonio de Richard Feynman: la bomba de hidrógeno)
Me obsesioné con ella. Porque no era solo una bomba más grande. Era un verdadero horror. Algo que no tenía justificación alguna. Un instrumento del mal, un arma que se alejaba tanto de lo razonable que era como si hubiésemos descendido voluntariamente a las zonas más oscuras del infierno. Incluso los científicos que estuvieron involucrados en la primera bomba se opusieron a ella. “Por su propia naturaleza, la bomba de hidrógeno no puede ser limitada a un uso militar, sino que se convierte en un arma que, en todo sentido práctico, es casi de uso genocida.” Eso dijo Fermi. Y Oppenheimer, bueno, él se dio cabezazos contra un montón de personas e hizo todo lo que pudo para que no la construyeran. Gastó hasta la última gota de su enorme influencia como director del Instituto de Estudios Avanzados para oponerse a ella, se peleó con medio mundo e hizo enemigos peligrosos en las más altas esferas del poder, así que no me sorprendió nada cuando le revocaron su autorización de seguridad y lo pusieron en la lista negra. “Con la creación de la bomba atómica, los físicos conocieron el pecado, y ese es un conocimiento que no pueden olvidar”·. Eso dijo Oppenheimer. Un hombre convencido de que tenía las manos manchadas de sangre. Muy especial ese tipo, más grandilocuente y brillante que cualquiera que haya conocido. Aunque todos sus esfuerzos fueron en vano. Es difícil de explicar, pero esas criaturas horripilantes, esas creaciones que exceden lo humano, parecen tener voluntad propia, como si respondieran a una potestad mayor que la nuestra, una extraña muestra de fatalidad tan misteriosa y ajena a nuestro control que trato de no pensar mucho en eso, porque acabo temblando. Si los físicos ya habíamos conocido el pecado, con la bomba de hidrógeno supimos lo que era la perdición.
Corpus Christi
Corpus Christi
(Ciclo C - Año impar)
22 de junio de 2025
- Ofreció pan y vino (Gen 14, 18-20)
- Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec (Sal 109)
- Cada vez que coméis y bebéis, proclamáis la muerte del Señor (1 Cor 11, 23-26)
- Comieron todos y se saciaron (Lc 9, 11b-17)
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Frases...
Luz y sombra
Escribo con una balanza minúscula, como las que utilizan los joyeros. En uno de los platillos pongo la sombra y en el otro la luz. Un gramo de luz sirve de contrapeso a varios kilos de sombra.
Christian Bobin
Santísima Trinidad
Santísima Trinidad
(Ciclo C - Año impar)
15 de junio de 2025
- Antes de que la tierra existiera, la Sabiduría fue engendrada (Prov 8, 22-31)
- ¡Señor, Dios nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra! (Sal 8)
- A Dios, por medio de Cristo, en el amor derramado por el Espíritu (Rom 5, 1-5)
- Lo que tiene el Padre es mío. El Espíritu recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará (Jn 16, 12-15)
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Acuérdate de mí en tu misericordia
Tú que eres siempre Señor bondadoso,
Tú que eres Luz en medio de las tinieblas,
Tú que eres Tesoro de bendición,
Misericordioso, Compasivo,
Amigo de los hombres, Capaz,
Poderoso, Inenarrable,
Inescrutable, Indecible,
Omnipotente tal como se le dijo a Jacob (Gn 35, 11),
Tú que haces posible, con toda facilidad, lo que es imposible,
Fuego que devoras la maleza de los pecados,
Rayo que inflama y penetra el universo
en un gran misterio,
Tú que eres Luz en medio de las tinieblas,
Tú que eres Tesoro de bendición,
Misericordioso, Compasivo,
Amigo de los hombres, Capaz,
Poderoso, Inenarrable,
Inescrutable, Indecible,
Omnipotente tal como se le dijo a Jacob (Gn 35, 11),
Tú que haces posible, con toda facilidad, lo que es imposible,
Fuego que devoras la maleza de los pecados,
Rayo que inflama y penetra el universo
en un gran misterio,
acuérdate de mí en tu misericordia, oh Bendito,
y no en tu justicia;
en tu perdón,
y no en tus sanciones;
en tu longanimidad
y no en tu rigor.
A Ti la gloria en todo
por los siglos de los siglos.
Amén.
y no en tu justicia;
en tu perdón,
y no en tus sanciones;
en tu longanimidad
y no en tu rigor.
A Ti la gloria en todo
por los siglos de los siglos.
Amén.
San Gregorio de Narek
(944-1010)
Pentecostés
Pentecostés
(Ciclo C - Año impar)
8 de junio de 2025
- Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar (Hch 2, 1-11)
- Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra (Sal 103)
- Hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo (1 Cor 12, 3b-7. 12-13)
- Secuencia: Ven, Espíritu divino
- Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo; recibid el Espíritu Santo (Jn 20, 19-23)
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Desposeerse
Hay que combatir la guerra más dura: contra uno mismo.
Hay que conseguir desarmarse.
Yo he combatido en esta guerra durante años, y ha sido terrible.
Pero ya estoy desarmado.
Ya no tengo miedo de nada, porque el amor expulsa el temor.
Me he desarmado de la voluntad de tener razón,
y de justificarme descalificando a los otros.
Ya no estoy en tensa vigilancia,
celosamente pendiente de mis riquezas.
Acojo y comparto.
No me apego especialmente a mis ideas y a mis proyectos.
Si me presentan otros mejores, o no ya mejores,
sino simplemente buenos, los acepto sin lamentarme.
He renunciado a hacer comparaciones.
Lo que es bueno, verdadero, real, es siempre para mí lo mejor.
Y ya no tengo miedo.
Cuando no se tiene nada, no se tiene miedo.
Si uno se desarma, si uno se desposee,
si uno se abre al Dios-Hombre que hace nuevas todas las cosas,
entonces, Él, borra el pasado malo y nos entrega un tiempo nuevo
en el que todo es posible.
Hay que conseguir desarmarse.
Yo he combatido en esta guerra durante años, y ha sido terrible.
Pero ya estoy desarmado.
Ya no tengo miedo de nada, porque el amor expulsa el temor.
Me he desarmado de la voluntad de tener razón,
y de justificarme descalificando a los otros.
Ya no estoy en tensa vigilancia,
celosamente pendiente de mis riquezas.
Acojo y comparto.
No me apego especialmente a mis ideas y a mis proyectos.
Si me presentan otros mejores, o no ya mejores,
sino simplemente buenos, los acepto sin lamentarme.
He renunciado a hacer comparaciones.
Lo que es bueno, verdadero, real, es siempre para mí lo mejor.
Y ya no tengo miedo.
Cuando no se tiene nada, no se tiene miedo.
Si uno se desarma, si uno se desposee,
si uno se abre al Dios-Hombre que hace nuevas todas las cosas,
entonces, Él, borra el pasado malo y nos entrega un tiempo nuevo
en el que todo es posible.
Patriarca Atenágoras
VII Domingo de Pascua. Ascensión del Señor.
VII Domingo de Pascua. Ascensión del Señor.
(Ciclo C - Año impar)
1 de junio de 2025
- A la vista de ellos, fue elevado al cielo (Hch 1, 1-11)
- Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas (Sal 46)
- Lo sentó a su derecha en el cielo (Ef 1, 17-23)
- Mientras los bendecía, fue llevado hacia el cielo (Lc 24, 46-53)
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Oración enamorada
Quiero hacer con mi vida una oración,
agradecer tus gracias y tus dones,
pedirte, mi Señor, que me perdones,
y poner a tus pies mi corazón.
Yo quiero compartir tu redención,
basar en tu verdad mis ilusiones,
servirte diligente en tus misiones
y al final, merecer tu bendición.
Eres mi amor, mi amigo, mi cobijo.
Como al ladrón que tu bondad bendijo,
condúceme hasta el Reino de tu Padre.
Oye el ruego que humilde te dirijo,
dile a María: ahí tienes a tu hijo.
Y dime: hijo, ahí tienes a tu Madre.
agradecer tus gracias y tus dones,
pedirte, mi Señor, que me perdones,
y poner a tus pies mi corazón.
Yo quiero compartir tu redención,
basar en tu verdad mis ilusiones,
servirte diligente en tus misiones
y al final, merecer tu bendición.
Eres mi amor, mi amigo, mi cobijo.
Como al ladrón que tu bondad bendijo,
condúceme hasta el Reino de tu Padre.
Oye el ruego que humilde te dirijo,
dile a María: ahí tienes a tu hijo.
Y dime: hijo, ahí tienes a tu Madre.
Emma-Margarita R.A.-Valdés
VI Domingo de Pascua
VI Domingo de Pascua
(Ciclo C - Año impar)
25 de mayo de 2025
- Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables (Hch 15, 1-2. 22-29)
- Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben (Sal 66)
- Me mostró la ciudad santa que descendía del cielo (Ap 21, 10-14. 22-23)
- El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho (Jn 14, 23-29)
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La decepción
Pensemos en el término “decepción”: se vincula sobre todo con la vida sentimental. Nuestras grandes desilusiones y frustraciones son mucho más afectivas que políticas o consumistas. Depositamos en el otro esperanzas tremendas, pero el otro se nos escapa, no lo poseemos, cambia y nosotros cambiamos. Así, cada cual ve burladas sus mejores esperanzas.
Como ser que desea, cuya esencia es negar lo que es, el hombre es un ser que espera y, por lo mismo, acaba conociendo la decepción. Deseo y decepción van juntos y pocas veces se salva la distancia que hay entre la espera y lo real, entre el principio del placer y el principio de realidad. Pero aunque la decepción forma parte de la condición humana, es preciso observar que la civilización moderna, individualista y democrática, le ha dado un peso y un relieve excepcionales. La edad moderna ha contribuido a precipitar las desilusiones de las clases medias, a multiplicar el número de descontentos y amargados por una realidad que no puede coincidir con los ideales democráticos.
Mientras que las sociedades tradicionales, que enmarcaban estrictamente los deseos y las aspiraciones, consiguieron limitar el alcance de la decepción, las sociedades hipermodernas aparecen como sociedades de inflación decepcionante. Cuando se promete la felicidad a todos y se anuncian placeres en cada esquina, la vida cotidiana es una dura prueba. Cuanto más aumentan las exigencias de mayor bienestar y una vida mejor, más se ensanchan las arterias de la frustración.
V Domingo de Pascua
V Domingo de Pascua
(Ciclo C - Año impar)
18 de mayo de 2025
- Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos (Hch 14, 21b-27)
- Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey (Sal 144)
- Dios enjugará toda lágrima de sus ojos (Ap 21, 1-5a)
- Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros (Jn 13, 31-33a. 34-35)
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IV Domingo de Pascua
IV Domingo de Pascua
(Ciclo C - Año impar)
11 de mayo de 2025
- Sabed que nos dedicamos a los gentiles (Hch 13, 14. 43-52)
- Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño (Sal 99)
- El Cordero los apacentará y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas (Ap 7, 9. 14b-17)
- Yo doy la vida eterna a mis ovejas (Jn 10, 27-30)
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No seas un vengador
No seas un vengador, sino alguien que busca liberar.
No seas un acusador, sino alguien que busca reconciliar.
No seas uno que entrega a los otros, sino un mártir que se entrega a sí mismo.
No seas uno que corrige, sino alguien que persuade.
No seas uno que reprueba, sino alguien que defiende.
Intercede por los pecadores, para que alcancen misericordia, y reza por los justos, para que sean preservados del mal.
Vence al malvado con tu amabilidad, y a los que tienen un celo insano déjalos admirados por tu bondad.
A quien gusta ser justiciero, avergüénzalo con tu actitud compasiva.
Con el afligido aflígete en lo más íntimo de tu conciencia.
Ama a todos los hombres, y aléjate de todos los hombres.


Isaac de Nínive
(S. VII)
III Domingo de Pascua
III Domingo de Pascua
(Ciclo C - Año impar)
4 de mayo de 2025
- Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo (Hch 5, 27b-32. 40b-41)
- Te ensalzaré, Señor, porque me has librado (Sal 29)
- Digno es el Cordero degollado de recibir el poder y la riqueza (Ap 5, 11-14)
- Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado (Jn 21, 1-19)
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Homilía en la misa por el eterno descanso del Papa Francisco
Miércoles de la II Semana de Pascua
(Ciclo C - Año impar)
30 de abril de 2025
- Mirad, los hombres que metisteis en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo. (Hch 5, 17-26)
- El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó (Sal 33)
- Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él (Jn 3, 16-21)
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Frases...
Ser un solitario
Amar la soledad y buscarla no significa viajar constantemente de una posibilidad geográfica a otra. Un hombre se convierte en solitario en el momento en que, sea cual sea su entorno exterior, de repente repara en su propia soledad inalienable y advierte que nunca será otra cosa salvo solitario. A partir de ese momento la soledad ya no es potencial sino real.
Thomas Merton
II Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia
27 de abril de 2025
(Ciclo C - Año impar)
- Crecía el número de los creyentes, una multitud tanto de hombres como de mujeres, que se adherían al Señor (Hch 5, 12-16)
- Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia (Sal 117)
- Estuve muerto, pero ya ves: vivo por los siglos de los siglos (Ap 1, 9-11a. 12-13. 17-19)
- A los ocho días llegó Jesús (Jn 20, 19-31)
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El Señor se hace presente en medio de sus discípulos, que están “con las puertas cerradas” porque tienen miedo, y les saluda dándoles la paz; al mismo tiempo les muestra las llagas de las manos y del costado. Al mostrarles sus llagas, les está diciendo que él es el mismo de antes, el que sufrió y murió en la cruz, que no es otro. Al darles la paz, les indica que esas llagas no son incompatibles con la paz, que él tiene la paz y da la paz, porque ha aceptado el plan del Padre sobre él, el designio de amor para con los hombres que comportaba el que él fuera la víctima, el cordero “sin defecto ni mancha” preparado desde “antes de la fundación del mundo”. Al unir la donación de la paz con la mostración de las llagas el Señor nos está diciendo que la paz nace del abandono filial al Padre, de rezar de verdad el Padre Nuestro, de decir de verdad “hágase tu voluntad”, aunque esa voluntad comporte el sufrimiento.
Dice el evangelio que después el Señor “sopló sobre ellos”: Cristo resucitado repite el gesto de la creación del hombre (Gn 2,7). Con ello nos indica que está realizando la “nueva creación”, en la que los hombres nuevos van a vivir la misma vida del Resucitado, van a participar del mismo “aliento”, del mismo “soplo vital”, que anima la existencia del Resucitado. Ese aliento, ese soplo vital, es el Espíritu Santo, y la vida que él nos infunde es la vida misma de Dios, la vida que ha vencido a la muerte.
El todo y el fragmento
“Pasan cosas por razones que se nos escapan, que se nos ocultan completamente en tanto creemos que deben de seguirse de lo que ha pasado antes, de nuestras culpas o nuestros merecimientos, en lugar de venir a nosotros de un futuro que Dios en su libertad nos ofrece (…) Así que forma parte de la providencia de Dios, tal como yo la entiendo, el que la bendición o la felicidad tengan sentidos muy distintos según se den en un momento u otro. No quiero decir que la alegría sea una compensación por la pérdida, sino que cada una de ellas, alegría y pérdida, existe por sí misma y debe ser reconocida como tal, por separado. La pena es muy real, y la pérdida la sentimos como algo definitivo. La vida en la tierra es difícil, ardua y maravillosa. Nuestra experiencia es fragmentaria. Sus partes no se suman. Ni siquiera pertenecen al mismo cálculo. A veces resulta difícil creer que sean partes de un único todo” .
El racionalista que hay en cada uno de nosotros quiere ver la propia vida como una sucesión de acontecimientos entrelazados entre sí por una causalidad que los explica todos exhaustivamente. Y sin embargo no es así, porque, como afirma el Eclesiastés (3, 1-8), existen diferentes tiempos y el paso de uno a otro –del tiempo de amar al tiempo de odiar, por ejemplo- no se debe a una causalidad subterránea que los entrelaza a todos, sino a la gracia de Dios que es quien cualifica cada tiempo según su voluntad.
Nuestra experiencia es siempre nuestra, pero es siempre fragmentaria porque depende, en su calidad espiritual, no solo de nuestra libertad, sino también y sobre todo de la libertad de Otro, de la libertad de Dios. Y por eso cualquier pretensión de “captar” nuestra vida como el despliegue de una intencionalidad intrínseca a ella es siempre ilusoria y pretenciosa: “si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”.
Hegel no; Cristo y su gracia, sí.
Autor: Marilynne ROBINSON
Título: Lila
Editorial: Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2015, p. 254.
Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor
20 de abril de 2025
(Ciclo C - Año impar)
- Hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos (Hch 10, 34a. 37-43)
- Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo ( Sal 117)
- Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo (Col 3, 1-4)
- Él había de resucitar de entre los muertos (Jn 20, 1-9)
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El evangelio de hoy pone de relieve el papel de las mujeres que seguían y amaban a Jesús, en la constitución de la fe pascual, es decir, de la fe en la resurrección de Jesucristo. A lo largo de la vida terrena de Jesús, los evangelios nos hablan de algunas mujeres que le seguían y le servían con sus bienes (Lc 8, 3). A diferencia de los apóstoles, estas mujeres no fueron llamadas explícitamente por Jesús a su seguimiento, sino que son mujeres que, al encontrarse con él, entendieron inmediatamente que él era Aquel que su corazón esperaba desde siempre, Aquel en quien y por quien Dios iba a realizar su obra de salvación, en primer lugar en su propia vida; de alguna de ellas -de María Magdalena- el Señor había expulsado siete demonios (Lc 8, 2). Ellas habían comprendido también, de manera intuitiva, que “el asunto de Jesús” era Jesús mismo, era su Persona. Y por eso ellas cuidaban de Él, cuidaban de su Persona. Jamás ellas habrían planteado la cuestión que un día planteó Pedro: “Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido: ¿qué recibiremos, pues?” (Mt 19, 27). Esa cuestión es una cuestión propia de quien entiende que Jesús lleva entre manos un “asunto” -el Reino del que tanto habla- y quiere considerar la rentabilidad de implicarse en ese negocio. Sin embargo ellas tenían clarísimo que la recompensa era “estar con Él”: antes de que Pablo lo escribiera, ellas ya sabían que “estar con Cristo es, con mucho, lo mejor” (Flp 1, 23), y su corazón ya estaba colmado por la presencia del Señor.
Frases...
“La infancia transcurre entre sonidos, olores e imágenes, antes de llegar la edad oscura de la razón”
John Betjeman
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