Lo
nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu (Jn 3,6). Estas palabras de Jesús a Nicodemo,
hablándole de la necesidad de “nacer de lo alto”, de “nacer del agua y del
Espíritu”, para entrar en el Reino de Dios, contraponen nuestra condición
humana, designada aquí con la palabra ...