Fuente de vida

Oh Cristo, fuente de vida,
haz que sea digno de saborearte a ti,
y que mis ojos sean luminosos.

Oh Misericordia y Compasión enviada al mundo,
esperanza de la creación,
hazme gustar la dulzura de tu esperanza,
para que me vuelva ciego para el mundo
pero iluminado en el Espíritu;
y que por medio de tu amor
mi vida quede embriagada
hasta que abandone el mundo y sus caminos.

  
Isaac de Nínive (Siglo VII)